Miradas...

Nimey
 Estaba el otro día mirando a mi perrita Nimey y ésta, al percatarse, centró su atención y se quedó observándome fijamente también, con esos ojos tan grandes y ovalados que tiene semejantes a canicas de cristal, de un iris negro brillante, traslúcido, en los que ni siquiera se distingue lo blanco. No pude resistirme a soltarle un piropo: ¡Pero qué ojos más grandes tienes! y su reacción, sin pensarla dos veces, fue avalanzarse a darme un beso, uno de esos caninos a modo de lengüetazo (siempre me pilla desprevenida ante esos ataques de agradecimiento espontáneos). Casi  parecía que lo que realmente intentaba decir en respuesta, era aquello de: ¡Son para comerte mejor!, tal cual lobo con Caperucita. 
 No hizo falta esperar a la parte de los dientes, de todas formas también sabemos que se puede comer a una persona perfectamente con la mirada, tampoco iba muy desencaminado el animal...  ;)

2 comentarios:

Nicky dijo...

Qué cariño de perrita!!!

Mar Morales Cubillo dijo...

Se hace querer.... :)