Pre-ocupada

Creo que el ser humano nació con el gen de la preocupación ya adquirido o lo que es lo mismo: nació preocupado. Todavía no conozco a nadie que no naciera llorando (aunque tal y como avanzan los tiempos ya a una no le extraña nada). Que más vale que en ese momento culmen de toda vida humana, la vista todavía no está muy desarrollada, porque que lo primero que veas sea un cuarto de paritorio y un tío 'enfundao' en bata blanca, con la mascarilla y los guantes de látex, el llanto está más que justificado: 
_¿Esto es la raza humana? Buaaa, buaaa, buaaa (no tranquilo, que esto no es nada... luego viene la parte del azote en las nalgas... ). 
 Pero la vista es sabia. Yo pienso que en ese momento primero de: 'agárrate que allá voy' , nuestra primera preocupación es: ¿Sabré respirar o no?. Ya te has dado cuenta minutos antes (algunos incluso horas, depende el parto que cada cual le diera a su querida madre) que ahí ya no pintas nada, no hay líquido amniótico y te las tienes que apañar como sea. 
 Luego ya una vez naces, sales del hospital y te llevan a casa, te vas acostumbrando a eso que llaman aire y le has cogido gusto a lo del llanto y la gente te suelta eso de: "¡Vaya!, qué buenos pulmones tiene". Y una piensa: entonces es que lo estoy haciendo, 'de puñetera madre': voy a perfeccionarlo. Y te pegas unos tres meses o más berreando a todas horas (que se lo pregunten a mis padres).
 Después llegan las demás preocupaciones; que eso de que en la infancia no se tienen, vamos a dejarlo. Cada etapa tiene sus preocupaciones: no encontrar de pronto tu chupete puede ser un drama; que te cojan en brazos gente extraña también; la visita al pediatra ya te parece el extremo de la crueldad humana, vacuna aquí, vacuna allá; sufres si por la noche viene el coco o el hombre del saco y aprietas los ojos para ver si te duermes antes (tengo un amigo que cogió trauma a los Reyes Magos, porque eso de que se presentaran de noche, sin avisar y tenías que dormirte para que aparecieran....... eso no era una buena señal para nada. Papa Noel ya directamente era el hombre del saco personificado) ; y si de pronto hace frío y te acuerdas de tus muñecos, te preocupas si los pobrecitos no estarán bien abrigados. En cierta ocasión mi madre me encontró durmiendo en el suelo, mientras la cama estaba llena de peluches bien arropados 'para que no pasaran frío, mamá', y me saltó, no sin antes poner el grito en el cielo: 
_ ¿Serás tonta?... 
_ No mamá................. SOY HUMANA
Y sigue estando, ya son más de 10.......



2 comentarios:

Nicky dijo...

Qué cantidad de recuerdos de tus primeros momentos.... hay que ver qué mujer tan consciente!!! jajajaja. Muy fresco el texto, como siempre.... artista!!! ;-)

Ana María Muñoz dijo...

¡¡Perdón!no me había dado cuenta que salió la ventanita para escribir.Me entretuve dándole de comer a los pececillos.Cuando nací no ví ni bata blanca,ni guantes.Lo mío fué más tipo "peli años 60" "Rápido,toallas y agua caliente","llamar a la vecina de arriba que tiene un caserío y asiste los partos de sus vacas".Más o menos así fué.No me acuerdo pero estaba harta de escuchar las dichosas batallitas de los partos de todo el mundo.Hasta que lo viví (dos veces).La primera juré que donaría mi aparato reproductor para que no se utilizara más en mi cuerpo pero...como toda "yonki"maternal.....recaí. ¡¡Genial texto Mar,muy ameno!.(Gracias por dejar que cuente mis batallitas.)ja,ja.:-)