Bombillazos

 Me he pasado la noche soñando con lámparas y bombillas; uno de estos sueños que surgen de repente sin más y que no caes al hilo ni a cuento de qué... Y es que SÍ, toda la temática del sueño eran las lámparas.   Resulta que mi padre me llamaba para decirme que iba a regalar a I una lámpara y que no le comentase nada. Y yo, como no tenía al parecer otra cosa buenamente que hacer, me he pasado la noche intentando indagar si sería para el salón, para la cocina, para el baño, para el dormitorio...Y es que resulta que en la vida real I estrena casa y está en plena labor de decoración para que al menos 'el asunto' vaya resultando un poco  habitable. 
 Total, que en mis indagaciones oníricas iba encontrándome conocidos que me comentaban las maravillas de las lámparas que tenían. No recuerdo todos los detalles (tampoco me extraña que se vayan olvidando) pero sí que recuerdo me encontraba con una de mis tías y me llevaba a su casa para que viera las lámparas de su cocina. Por lo visto era el último módelo, lo más fashion que podáis imaginar: eran pequeños tubos incandescentes como con pequeñas piedrecitas grises por dentro, formando filas cuadradas, y así sucesivamente rodeando el techo: cuadrados de tubos por todas partes. Pero me explicaba que se había arrepentido del 'invento' porque se acababa de enterar que aquellas bombillas ya no iban a fabricarse más (al parecer eso por lo visto había resultado ser altamente tóxico una especie de barritas como el plutonio; pero no me lo llegaba a explicar, es una de esas cosas que en el sueño se saben). 
 Así que el sueño que había empezado siendo de lámparas, acabó siendo de bombillas: bombillas por todos lados, contando las bombillas de aquella estructura de la lámpara y buscando bombillas por todas partes.
 Que me he despertado y lo primero que he pensado ¿Qué hago yo soñando con bombillas?¿Será que por fin se me va a encender una? Esto tiene que tener significado.
 Te levantas, enciendes el 'ordenata' y piensas: tiene que venir en el Google (porque todo viene en el Google, si no viene en el Google es que probablemente no exista). Y te lo encuentras a la primera: significado de soñar con lámparas, y piensas: ah, pues tiene que ser muy común, como lo de soñar descalza. Y lees:
 Soñar que mira una lámpara, significa guía, seguridad, esperanza, inspiración...
Vamos bien, vaya.... normalmente una siempre teme lo peor con esta clase de sueños... Sigamos leyendo:
 Soñar con la pantalla de una lámpara, significa que necesita protección contra una energía demasiado fuerte o algún poder. Tiene que aprender a protegerse o a no destacar tanto. 
¡Arrea! esto ya empieza a volverse interesante: de super-poderes va la cosa. Si yo siempre he dicho que voy con mi escudo por delante ¿Véis como tengo razón? Si es que tengo un subconsciente que es la leche: yo iba para super-woman, seguro que lo que llenaba los tubos de la lámpara era una especie de criptonita o algo así. 
 Pero ya te queda la duda de lo de soñar con bombillas si te lo explicarán igual. Veamos, cuadro de búsqueda: soñar con bombillas.... (te encuentras que en el autobúsqueda te aconseja 'soñar con bombas' y casi has estado a punto de darle ya por curiosidad, pero desistes porque sabes que eso puede desembocar en el riesgo de soñar la siguiente noche que estás en plena guerra mundial). Resultado:
Si sueñas que pones una bombilla significa que se aproximan buenos momentos en tu situación laboral, económica y familiar.
 Un momento, un momento... no echemos las campanas al vuelo que yo en mi sueño me decían que las bombillas no se iban a fabricar más; por lo tanto no las voy a poder poner; por lo tanto.. ¿qué demonios se supone que se va a aproximar? Noooooooooo. La hecatombe. Así que piensas: estos que interpretan no tienen ni idea. Para qué habré buscado yo la bombilla con lo bien que estaba con mi lámpara...
 Eso sí, tenedlo presente: si alguna vez soñáis que me regaláis una lámpara,  por favor aseguraros que después voy a poder ponerle las bombillas.

 Luego he recordado que una de la últimas conversaciones que tuve ayer fue precisamente rememorando una anécdota familiar en la que contaba que yo,  con 4 años, le decía muy segura y convencida a mi madre que me tenía que casar de mayor porque si no, aparte de abrir los botes y cerrar los botones del vestido por detrás... ¡¡¡ quién me iba a cambiar las bombillas !!!
Creo que por ahí va a ir la cosa encaminada.....

Coca Loca Cola....

 Me apetece una  Cocacola. Sí, digo la marca, me da igual, ya es un refresco tan peculiar que prácticamente es el nombre del mismo (hay quien sigue usando eso de "refresco de cola" pero sinceramente, a mi sigue sin sonarme bien). 
 Y hay que ver la de cosas que se han dicho de la Cocacola.... Que cuando una empieza a tener conocimiento de causa al respecto no es que la deje de tomar, es que cuando se saborea el vaso, antes de tragarla, casi que sonríes con cierta mirada picarona de esas que parecen decir : "Yo soy capaz de beberme una Cocacola"
 En realidad el origen de la Cocacola no era otro mas que el de ser un jarabe. Sí, uno de estos milagrosos que servían para todo: desde el dolor de cabeza hasta las nauseas y mareos (algo así como la aspirina, que servía para cualquier dolor). Pero endulzaron tanto la poción mágica que la gente ya la tomaba sin necesidad de tener síntomas de nada. Así que dijeron: vale, deja de ser jarabe y ahora es refresco (por mi genial, si además me quita el dolor de cabeza, nauseas y demás, esas de .... como era cómo se llamaba ...la resaca¿?)
 Hay quien dice que lo del nombre ya te deja claro que usan cocaína en su fórmula y de ahí que la gente se enganche al refresco. Demasiado evidente, qué queréis que os diga...
 Total que al final vas recabando datos y resulta que la Cocacola sirve para quitar el óxido, desatasca tuberías, la usan para quitar los restos de sangre en escenas de crímenes...  Buah!! Una auténtica pasada: ¡¡¡ Es como el 'super-glue' en el mundo de los pegamentos!!!!!
 Bueno vale, yo que sé si será o no será el milagro anti-todo: lo que sí os puedo asegurar es que la ropa blanca, la deja impolutamente blanca (y esto no es que me lo haya contado la amiga de una amiga que su hermana lo hizo... ¡que lo sé yo!). Y una sabe estas cosas, y casi que le da igual por eso de que si la venden para beber, por algo será...
PD:  al menos sé que mi estómago va a quedar impolutamente blanco... por si me tienen que hacer la autopsia y tal....

Ring, Ring......

Tengo un gran amigo que cada vez que llama por teléfono y le respondes, siempre dice lo mismo. No, no es un "hola", no es un "qué tal"... Siempre pregunta: "¿Qué haces?"  y siempre respondo igual: "Contestar al teléfono, tú que crees que estoy haciendo..." Si es que hay cosas tan lógicas que ya hasta te da vergüenza contestar. Y es que son de estas preguntas tan típicas-tópicas, de estas que vienen estipuladas, vamos de manual, como si fueran la contraseña para dar paso a algo; en este caso la conversación telefónicamente hablando, claro.
 Cuando suena el teléfono hoy en día con esto de la identificación de llamada ya directamente saludas al sujeto; pero antes - (ya empiezo a decir eso de "en mis tiempos" en plan abuelita cebolleta.....aaaggg)-, cuando simplemente sonaba el teléfono y no se tenía más remedio que contestar para saber quién era tu interlocutor, había que elegir la manera de preguntar. Por la pregunta ya se puede intuir la clase de persona que eres; con dos simples palabras y un interrogante. Los hay que prefieren decir: "¿Quién es?" - aquí es el individuo que ya va directamente al grano, tonterías las justas- o los de "¿Dígame?" -ya dispuestos a oír a quien sea, sea quien sea- (estos prometen conversación larga, creedme). Yo me muestro reacia a esta última fórmula: siempre he pensado que cuando escuchas al otro lado lo de "¿Dígame? da una tentación inevitable responder sencillamente "ME".
 Así que yo soy de las que al coger el teléfono dicen un escueto y contundente: "¿Sí?". Si, sí, sólo un sí... sin más. Es la fórmula perfecta: no preguntas quién es, no les estás dando paso al dígame , y además todos sabemos lo grato que es en la vida cuando alguien te dice: SI.

Un 17 de agosto del 78...

Agosto.. Es mi mes. En realidad nunca he tenido claro si una es de cuando nace o de cuando se hace, pero me quedo con lo primero, eso de ser la primera vez que ves mundo. En realidad lo que ves -supuestamente, porque creo que nacemos con una visión tipo gris sombra- es el cuarto del paritorio, alguien que te coge de los pies con unas tijeras en la otra mano y sonidos de lágrimas mezclados entre júbilos aparentes y sollozos... Que no me extraña que la mente sea tan sabia de no rememorar ese instante y que todos nazcamos  llorando.
 A mí me lo han contado... También sé que las primeras palabras que oí de mi padre fueron "Qué fea es..."  (lo siento papá, pero al final ya sabes lo que dicen: todo se sabe). A ver, leñe, tendrías tú que verte el día que naciste, abriéndote paso entre fluidos varios. Y eso que por entonces Anne Gedder no había inundado todo de dulces estampas de bebés.
 Yo nací con pelo -siempre mi madre achacó aquello a lo mal que lo pasó durante el embarazo- y tal fue así, que las enfermeras de turno se encargaron de ponerme una vez aseadita, hasta un lacito.. -si, yo pienso lo mismo, les llegó al alma el comentario de mi padre-.Y ahí estaba yo, presente en el mundo, dando guerra desde  el primer día: di que sí, campeona! Que si leche materna... nooo, a mi en biberón; que nací muy sibarita , yo que sé... creo que fue en venganza.  Que tampoco puedo asegurar  si fue acto de rebeldía premeditado o no, pero bien por saco que dí (biberones aparte) las noches en casa, haciendo demostrar el buen dominio de pulmones que tenía. Mi padre ya una noche desesperado dijo aquello de: "Pues si aquí no se duerme, aquí no duerme nadie" y puso la radio a todo volumen. Nunca me dijeron qué es lo que sonaba pero yo apenas la escuché, me callé: mano de santo; que entonces se dieron cuenta que lo mío era eso de la música.... Quién me lo iba a decir a mí años después.
Os dejo un tema de mi artista favorito, que le vamos a hacer, si es que nació en la ciudad que siempre huele a Mar....
http://www.youtube.com/watch?v=jUErhYkvVy0

La tortilla de patatas...

 En la vida hay dos clases de personas: las que prefieren la tortilla de patata con cebolla y las que la prefieren sin cebolla. También existe una tercera clase:  ni con cebolla, ni sin cebolla porque simplemente no les guste la tortilla de patata -estos entrarían más en la sección de archivos clasificados como expediente X aunque seguro que haberlos, 'haylos'-. Pero es que la tortilla de patata tiene su historia. 
 Antes sólo se conocía "la tortilla de huevo", que aunque valga la redundancia y haga gracia el hecho, al parecer cualquier cosa acababa siendo susceptible de acabar hecho tortilla (quizá lo de hacerse papilla se entienda mejor). Batir huevos, reconozcámoslo, tiene su arte -hay quien se pone con un plato y un tenedor en tal empeño y dan ganas de quitarle tanto el tenedor como el plato- Pero bueno, a lo que íbamos -que me estoy perdiendo con tanto batir huevos-: la primera vez que se documentó literalmente hablando tal invento grandioso de la humanidad como lo es la tortilla de patata, fue en un documento navarro (si es que mi tierra gastronómicamente hablando, tiene y ha tenido siempre su arte; sabido es que aquí siempre hemos sido de buen comer). Y dicho texto -voy a hacer recurso literal a esta herramienta que nos brinda Internet llamada Wikipedia para hacer el susodicho copy-paste de rigor- narraba lo siguiente:
Se trata de un anónimo "memorial de ratonera", dirigido a las Cortes de Navarra en 1817 en él se explican las míseras condiciones en las que viven los agricultores comparándolos con los habitantes de Pamplona y de la Ribera navarra. Después de una larga enumeración de los míseros alimentos tomados por los montañeses aparece la siguiente cita: "...dos o tres huevos en tortilla para cinco o seis, porque nuestras mujeres la saben hacer grande y gorda con pocos huevos mezclando patatas, atapurres de pan u otra cosa...".
 Ahí queda la referencia. Pues yo no sé cómo harían la tortilla aquellas mujeres navarras, pero a mí, la verdad lo que se dice grande y gorda, pues va a ser que no le acabo de seguir pillando el truco. Que yo veo las tortillas, y pinchos de las mismas, que presentan y lucen en las barras de los bares, las comparo con las que me quedan a mí y no, no son lo mismo: no queda igual. Por mucho que me empeñe, no es lo mismo. No tienen esa pinta; no suben como el bizcocho y carecen de esponjosidad. Y llevo años intentándolo: que si bates las claras aparte, casi a punto de nieve, que si le echas leche, que si pizca de levadura.... Da igual. Por algún extraño motivo, las cosas presentadas en los bares, tienen mejor pinta y hasta te parece que saben mejor (eso si que es psicológico, te lo hace el factor de: 'vista la cuenta y lo que te van a clavar por el pincho de turno, todo es susceptible de ser bastante más apetecible al paladar', por eso mismo, por la cuenta que te trae). 
 Con las croquetas suele suceder algo bastante parecido: probad a comprar unas croquetas congeladas (es que ya no hace falta ni que las prepares, porque eso es otra historia aparte, los misterios de la bechamel) y fríelas buenamente puedas.... Verás que el resultado de las mismas una vez en el plato, el 85% de las veces suele resultar bastante catastrófico. Eso sí, en el bar de turno -sí, el mismo de antes- si pides una croqueta siempre te parece escuchar el "Aleluya" de verla con su forma redondeada, su rebozado perfecto... Sabes que en la freidora antes se han frito veinte mil cosas distintas más, pero el resultado es perfecto.
 En fin, que hoy me he propuesto cenar tortilla de patata. Que como ya sé que no me va a salir visualmente hablando 'tan grande', ya he creado una táctica al respecto: hago la tortilla doble, y la relleno de jamon york y queso. ¡Voilá! nada en esta vida carece de solución salvo lo que ya sabemos.
Por cierto, yo soy de las de con cebolla....... ¡Buen Provecho!

Viaja conmigo...

 La experiencia de realizar un viaje largo por carretera es toda una experiencia, valga la redundancia. Los que he vivido son de unas nueve horas aproximadas (pongámosle diez entre una y otra parada). Prácticamente de punta a punta del mapa: de norte a sur, de sur a norte y de puente a puente porque me lleva la corriente. 
Ante estos recorridos alcalinos -de larga duración- tienes dos opciones: o perder todo el día o perder toda la noche: no te queda otra. 
- Ventajas de ir de día: que cuando llegas cenas y ya directamente te vas a la cama (si es que logras volver a recuperar la posición horizontal después de llegar hecha un cuatro) 
- Inconvenientes: tráfico, caravanas, sol cegador de frente y un calor-bochorno pasado el mediodía asfixiante; a lo que se suma estos últimos años que el perro se vuelve más 'porculero'.  
 Así que al final optamos por realizar el viaje de noche, a pesar del inconveniente que supone el riesgo de dar una cabezada; porque por mucha siesta que eches, el cansancio físico y visual se hace más que evidente. 
 Cualquiera al leer esto diría que soy yo la que conduce. Firme y rotundamente NO. Siempre he asumido el papel de Copiloto Oficial. No es por mi sentido de la orientación ni mucho menos, de poca ayuda serviría en un enjambre de carreteras (catástrofe total, da igual que me den un mapa), pero si que logro y con esmero la labor de entretener al que conduce para que no se duerma al volante. Ojo, que diez horas en un 'aparato' cerrado en el que encima vas atado al asiento, sin escapatoria, conmigo al lado, os aseguro que la cosa tiene su mérito. Lo reconozco, lo tengo asumido: soy una auténtica experta en lo que vulgarmente se conoce como  dar el coñazo
 Te sientas, te abrochas el cinturón... y a los 15 minutos: 
_ "¡Para en la próxima gasolinera, que se me ha olvidao el botellín de agua!" -es importante aclararse la garganta, siguen siendo diez horas al lado del del volante. Te asomas por la ventanilla -porque una no ha hecho ni incorporarse  del asiento- y le gritas antes de que se aleje:  ¡¡Y un Red Bull!! _ ya la cosa promete.
Elemento muy importante en todo viaje: la radio
La enciendo: 
¿Pero, pero, pero... qué clase de emisora es esta que tienes puesta?...¿Se puede saber qué haces con música clásica en el coche? Qué pretendes.... ¿saber cuánta gente va a acudir al funeral?.
 Y empiezas a enredar las emisoras, y no te convence ninguna... y mientras escuchas al de al lado refunfuñando en voz baja: " Ya uno no puede mandar ni en su propio coche, manda huevos...". 
 Haces oídos sordos al comentario y al final te paras en una que en ese momento está dando una canción que conoces y además te gusta. Es entonces cuando comienza el 'momento cante'. Sí, ese que ni siquiera haces en la ducha de casa (por mucho que la gente diga que canta en la ducha dudo mucho que alguien lo haga, que todo el mundo sabemos lo buen conductoras del sonido que son las tuberías); pero en el coche ya es otra historia: no hay vecinos, la acústica es un tanto peculiar, no te va a escuchar nadie, ni siquiera tú misma -por el sonido del motor- y comienzas la serenata. Hay un momento en el que incluso descubres el lado religioso de tu compañero al lado: lo ves casi llorando. Y no es que una cante como los ángeles sino que lo sorprendes rezando: "Por favor que la siguiente no sea Whitney Houston cantando la del Guardaespaldas....". Hubo suerte: la siguiente fue la de Titanic.  Así que cuando escuchas: "¡No me extraña que se hundiera el barco!ya definitivamente te callas.
 Pasamos al Plan B -acordaros que el objetivo todo el rato no es otro más que sencillamente que aquí no pegue ojo nadie- y saco del bolso un CD. El otro que se percata lo mira de reojo (lo siento, no vas a ver nada porque lo acabo de grabar la tarde anterior...). Lo pongo, le doy al play... -tinonino,tinonino- y comienza a sonar la sintonía de un programa de radio para mí bastante familiar en mis noches de insomnio (para el resto no lo sé) y una voz grave anunciando: "Milenio 3 en la cadena SER, con Iker Jiménez". Golpe de efecto total. El de al lado me mira sin decir nada, y yo haciéndome la despistada porque sé lo que va a venir a continuación: la voz del ya mencionado Iker anunciando alegremente: "Buenas madrugadas queridos oyentes, bienvenidos a la nave del misterio... En esta ocasión vamos a tratar un tema que muchos de vosotros conoceréis: LA APARECIDA DE LA CURVA".
 A ver ¿Me aseguré o no me aseguré de que no se durmiera nadie esa noche al volante? Al final íbamos viendo aparecidas por todas partes...

Perder la cabeza...

 Se cuenta de Ana Bolena, que fue «la reina consorte más influyente e importante que Inglaterra ha tenido nunca». Supongo que quien escribió aquello todavía no conocía la existencia de la que ahora regenta, porque es de alabar la fortaleza que tienen las reinas inglesas. Lo que ocurre es que Ana tuvo mala suerte con el marido que le tocó en gracia. 
 Para empezar el sujeto ya estaba casado, para seguir ya había tenido de amante a su hermana. Lo que se dice una joya de hombre. Pretendía que ella siguiera los mismos pasos, pero ante la negativa de la dama, no tuvo más remedio que pedirle matrimonio para poder 'catarla'. Porque creo que el hombre simplemente se 'enchochó'; que enamorado, lo que se dice enamorado, dudo mucho que lo estuviera, y ella del mismo ni se cuestiona vista su peculiar belleza, y ya no me refiero a la física (robusto sí que era, a eso se le suele llamar "de buen ver" ¿no?) sino a esa que siempre se dice que está en el interior (...un sepulcral silencio...) 
Enrique VIII soy...
 Tiene que ser que el hombre era Rey. Y cuando uno es rey, parece que todo se le perdona. Eso de que todo lo pague él -y más si se es caprichosa por naturaleza- le debió 'molar' bastante. Vivir en un palacio, tener sirvientes, damas de honor, infinidad de joyas, vestidos a la última moda... lo que se dice un chollo... (continuaría los puntos suspensivos). 
 Quién le iba a decir mil días después, que en lugar de solicitar un divorcio "como Dios manda", su querido marido tan enamorado como se casó, iba a mandar aquello de: "¡Qué le corten la cabeza!". Y como no estaba del todo bien visto que a una le rebanasen el pescuezo así sin más, tuvo que acusarla de adulterio, de incesto -aquí se vislumbra que con el cuñado no es que se llevara tampoco excesivamente bien- y de alta traición. Posteriormente se demostró que tales acusaciones carecían de fundamento. Pero ya era tarde para Ana, que tuvo que esperar prisionera en la Torre de Londres a que llegara el momento de su decapitación, un 19 de mayo de 1536.
 Cuenta la leyenda que esa Torre está encantada y que es frecuente las apariciones de aquellos condenados que tuvieron estancia en ella hasta llegada su pena capital. Y como os podéis imaginar ya a estas alturas de la historia, la que especialmente destaca es la del espíritu de Ana. Por lo visto es  una de las apariciones más espectaculares: dicen que se presenta de noche, entre la niebla, vestida de blanco..... y SIN CABEZA.

¿Papagayo? No, pez...

 Hoy he rememorado una discusión que mantuve hace tiempo sobre si era lo mismo decir loro que papagayo: duda existencial de la jornada como pocas. En este caso no era mía, ya que como vengo diciendo siempre, si cada cosa-objeto-animal-raza-género-especie tiene su nombre, por algo será. Pero en fin, que tampoco hay gente que diferencia a un chino de un japonés; eso sí, tú ve y dile al japonés que "qué chino más majo es", a ver qué te contesta (si es que te ha logrado entender algo). 
 Gente : un papagayo es un loro, pero un loro no tiene por qué ser papagayo: puede ser una cotorra, un guacamayo, una cacatúa... ¿Tan difícil es de entender? ya os digo que sí.  
 Llega incluso un momento en que recuerdas al amigo Coco de Barrio Sésamo  en su afanosa tarea intentando explicar la diferencia entre cerca y lejos. 
 Yo pienso que en realidad es cierto sentido de la contradicción o ese no saber admitir que la otra parte tiene razón. Total que al final la conclusión que se dio por válida es que la diferencia entre loros y papagayos es que los primeros son verdes y los segundos rojos - para qué se inventaron los colores si no - y punto pelota. Zanjado. Es que esas discusiones que parecen tan obvias de resolver, son al final las que mentalmente más agotan.
 Y todo esto viene a cuento a que hoy me han comentado que existe un pez llamado Pez Loro o Pez Papagayo. 
¡Nooooooooooooooo!, otra vez nooooooo!. Me niego a volver a discutir lo mismo, entre si lo mismo da que da lo mismo llamarlo papagayo o llamarlo loro, y menos aún si encima la cosa ha pasado por convertirse en pez. 
¿Y por qué se le ha puesto ese nombre al pececillo?... 
 Ya pensáis que es por los colores, a que sí... Pues NO; no es por los colores: es porque tiene la boca en forma de pico cortante como los loros, como los papagayos, como los guacamayos, como las cacatúas...........

En sus comienzos es blanco con la cara naranja, hacia edad adulta sus colores se van intensificando.  La hembra finalmente resulta bicolor, con la parte superior amarilla y la inferior con escamas verdes de puntas negras. El macho, en cambio, tiene el cuerpo verde con tonos rosados hacia las puntas y la cabeza, también verde, con manchas rosadas. Las aletas son una mezcla indefinida de púrpura, verde y azul....

Mi Oso


 Miras a tu alrededor, realizas una lista mental de objetos susceptibles de acabar en la basura o ser reciclados, y entonces te das cuenta del valor que has ido otorgando a cada cosa. Papeles, viejas revistas, libros amontonados, pinturas inacabadas, bolígrafos gastados y entonces lo ves: allí está el Oso.
 Siempre he salvado a aquel Oso de peluche de la 'quema' a pesar de ser ya trapo viejo. No es bonito, no le brillan los ojos, no es suave al tacto, ya no es de peluche siquiera. Desentona visiblemente con el resto, pero resulta imposible no dedicarle una mirada amable. Siempre ha sido mi amigo a falta de hermanos. Compañero de juegos, cómplice de aventuras y testigo mudo de muchos secretos.  Nunca le puse nombre, no necesitaba tenerlo. Simplemente era mi Oso, es mi Oso... ¿Cómo siquiera imaginar que otro pudiera serlo?

Eso, qué es lo que es...

SÍNDROME
 Grupo significativo de síntomas y signos que concurren en tiempo y forma y con variadas causas o etiología, por lo que es muy común que las personas que poseen algún síndrome presenten rasgos fenotípicos similares. 
 - Y he ido a elegir la definición más clara -

 Creo que todo el mundo sabe lo que es un síndrome y no hacía falta complicarse con palabras raras, pero qué le vamos a hacer... seguro que eso mismo también es síndrome de algo; me refiero a lo de complicarse. Suele ser bastante común, porque por alguna extraña razón que escapa a nuestro intelecto -al mío al menos- siempre tendemos a hacer difícil lo fácil y optar por el medio más complejo para realizarlo. Es como si nos viniera ya estipulado de nacimiento esa afición por romperse la cabeza: el manual de instrucciones siempre se suele leer al final de todo, cuando ya has encendido el aparato, lo has estado utilizando-probando-indagando (...fastidiando...) hasta que te das cuenta de que ciertos conocimientos electrónicos-informáticos no han sido programados en tu herencia genética ni vienen por defecto. Sí, tiene que ser un síndrome de algo, pero desconozco el nombre. 
 Eso es otra parte curiosa de los síndromes: los nombres que les ponen. No digo todos -nombres raros científicos impronunciables los hay en todas partes- pero algunos suelen tener su historia detrás haciendo que sean particularmente originales a la hora de nombrarlos (más bien original fue la persona que se le encendió la bombilla al encontrar similitud en un hecho o relato concreto), me refiero a síndromes como el de Peter Pan, el de Estocolmo, el de Münchaussen... 
 De todas formas hay que tener cuidado a la hora de elegir nombre a determinados síndromes, ya que si ya de por sí no hace particular gracia que te encasillen en uno, cruza los dedos a la hora de averiguar el nombre. Así que nos encontramos el síndrome del miembro fantasma, el de las piernas inquietas... suelen ser más amables que por ejemplo que te digan que padeces el Síndrome del 22g11DS/VCFS... que conste que no me lo he inventado, que al pobre individuo que le haya tocado padecerlo (es algo congénito del corazón) tiene que haberse acordado de la madre y antepasados del que se le ocurrió tal genialidad (yo optaría por pensar que simplemente se durmió al teclado).
 Yo he tenido suerte en esto de los síndromes, porque sólo encuentro dos que tenga habitualmente, me refiero a detectados y comprobados científicamente: el menstrual y el premenstrual. Son la panacea de los síndromes: lo engloban absolutamente todo. Pero eso es otra historia aparte que da mucho para hablar...

Raro, raro, raro...

 Hay una pregunta de estas de entre 'amigos desde y para siempre' que yo suelo temer, porque parece que fuera tipo test para evaluar tu grado de amistad y es la de : ¿No me ves nada raro?.
 Vale, para empezar, el sujeto en estudio de observación, ya ha tenido que preguntarla, cuando es evidente que lo que pretendía es que una se diera cuenta y esperaba  alguna reacción-comentario al respecto (ya son puntos en contra). 
 Pero bueno, contienes las ganas de decir: No, si yo raro te veo siempre -ya sabéis eso de donde hay confianza da asco- y te lo callas. Te quedas observándolo de arriba abajo (justo lo que a mí nunca me gusta que hagan, pero a ver, si te lo mandan...) y te recuerda el ejercicio un poco al pasatiempo este de 'encuentra las diferencias', salvo que en este caso tienes que recurrir a la neurona que guarda la imagen mental del susodicho. 
 A ver... el pelo más corto no se puede tener: descartada la peluquería; sigue sin afeitar, descartado también; tatuajes, el mismo de siempre en el brazo... Y piensas: "Tiene que ser la ropa...", y mientras el susodicho ya impaciente sigue preguntando: En serio ¿no ves nada raro? ¡si es evidente!
 Y entonces se te enciende la neurona, y saltas sin pensar lo que estás diciendo, (como Arquímedes cuando saltó de la bañera gritando eso de eureka por las calles): "¡Que no te has manchado la camiseta!"
Mi momento de gloria. Consternación al respecto. 
Si es que es lo que yo digo siempre: cuando uno pregunta algo corre el riesgo de ser contestado.
PD: Lo 'raro' era un reloj rosa chillón-cebollón de correa siliconada en la muñeca izquierda .... pero es que, sinceramente, a mí ni me pareció raro.

Mi Brújula

La Brújula Pirújula
¿Qué es una brújula? 
Probad a preguntar a quien tengáis al lado. Como es tan evidente que todo el mundo lo sabe se parará a pensar dónde está la trampa. A vosotros os lo he puesto fácil. Que si alguno aún no ha caído en la cuenta, por favor que se lo haga mirar. Una brújula no es otra cosa que una mujer con una escóbula
 A mí siempre me han dicho que soy medio bruja - bruja entera diría yo, no me quitéis partes-. No me importa, les cogí hasta aprecio a pesar de aparecer siempre como las malas del cuento.
 Hubo una temporada que me dio por pedir brujas; me apetecía coleccionar brujitas, pero la gente no es algo que vaya buscando ni que vaya a encontrar fácilmente. Me resulta divertido pensar que cuando por casualidad ven una en alguna tienda de objetos varios, se acuerden de mí (relacionarme con una bruja no es moco de pavo... hay que saber llevarlo con total dignidad)
 Ésta que veís en la imagen es mi Brújula. Me la trajo O hace ya 11 años aprovechando su estancia en Alemania. Cuando me preguntó que quería de allí, no me lo pensé dos veces: una bruja. Pero le puse una  condición: tenía que ser la más fea que encontrara; si no, no era una verdadera bruja. Yo estaba buscando la bruja de los cuentos, la malvada. Así que a O le vino de perlas tal encargo: le dí la excusa perfecta para visitar la localidad de Brujas y comprarme el regalo. 
 No me cabe la menor duda -ni hace falta que os lo explique- que escogió la más fea, porque es fea de ganas. Recuerdo que cuando la ví al desenvolver el papel de regalo, me entró esa sensación de frustración infantil que daba cuando en vez de la muñeca te encontrabas un pijama o un jersey... Duró sólo un instante, porque aquella bruja justo era la que andaba buscando. Perfecta en su imperfección, con su escoba y nariz afilada.  
 La tengo en mi cuarto, junto a la ventana, colgada del tirador de la cortina (no está ahorcada, eh? que tiene una cuerdita que va del gorro a la espalda). Para tomar la foto la he cambiado de lugar, creo que ha sido la única vez que la he movido en años. 
 Yo que siempre tengo la ventana abierta, hace gracia verla allí, sobretodo cuando llega la noche, con su escóbula preparada para salir volando en cualquier momento. 
  Alguna vez la he tenido que castigar cara a la pared. Han sido las veces que he tenido visitas infantiles en casa: no pueden pegar ojo si la ven (ahora que lo pienso, a ver si va a ser ella la causante de mi insomnio marejado...).
 De nuevo vuelve a estar custodiando la ventana, tras la sesión fotográfica a la que le he sometido. Yo creo que por unos instantes la he hecho sentirse por fin la protagonista admirada del cuento. Miradla de nuevo un poco mejor, es sensación mía o no os parece que su sonrisa se ha vuelto menos malvada... 

Insomnio marejado

 Pues eso, el mío particular: el insomnio marejado. Es aquel que a pesar de ver la hora que es y que ya deberías estar aplastando la oreja contra la almohada, te impide hacerlo. Y no es por falta de sueño o de cansancio, no. Es aquel que te dice que si te duermes ahora, luego te vas a despertar de madrugada y después va a ser más difícil que Morfeo vuelva a entrar en tu alcoba (también, vaya nombre le fueron a plantar al dios divino del sueño, si al menos fuera Adonis...)
 Total, que al final optas por aguantar un poquito más, al límite de la carga que sopesan ya los párpados, con tal de poder cerrarlos con noche avanzada y asegurarte que al abrirlos sea ya eso que tan poéticamente denominan como el alba de la mañana, como debe ser,  y no a eso de las cuatro de la madrugada, como parece está estipulado en mi caso. Que si bien pudieras agradecer el hecho de comprobar que te quedan horas de seguir sobando, no son tan gratas cuando te impiden conciliar el sueño hasta media hora antes de que tengas que estar en pie... Porque eso es algo que no falla. 
 No sé si es un acuerdo tácito entre el despertador y la almohada, con cámara oculta por alguna parte, pero a una le entra más sueño cuando va aproximándose la hora de levantarse... y habría que ver las caras (normal que en mi cuarto evite toda clase de espejo)
 Creo que alguno le achacó la culpa a eso de los biorritmos y dicen que llegada esa hora noctámbula, comprendida entre las 3 y 4 de la madrugada, el cerebro tiene la orden de regular la temperatura del organismo y si ve que no cuadra te despierta para que des cuatro o cinco o veinticinco vueltas en la cama, a ver si reactivas músculos. Genial oye, la programación del organismo....¿y mis sueños qué? yo no recuerdo haber firmado ese contrato. 
 Empiezo a comprender mejor al ventilador de esta máquina en la que estoy escribiendo y el ahorro de energía cuando entra en estado de hibernación...
¡Pero al menos duerme hasta que no le das al teclado!

Coelorinchus Sexradiatus

¿Habéis probado alguna vez a entrar en la Wikipedia, sin ánimo de buscar nada, y darle a ese enlace del menú izquierdo que dice Página Aleatoria? Es como la caja de bombones de Forrest Gump, nunca sabes cuál te va a tocar. Yo a veces lo suelo hacer: clickas y... -redoble de tambores mientras esperas a ver qué carga y ¡tachán!: el Coelorinchus Sexradiatus
Sólo con ver el nombre ya te imaginas que tiene que ser un bicho raro, pero raro de ganas, para que ni tan siquiera le hayan puesto un nombre lo que se dice 'vulgar'. Empiezas a leer: 
Especie de pez ...anda, si es un pez.. otro más para la colección de los que hay arriba, bienvenido al club de la familia Macrouridae de la orden de los Gadiformes¡Toma ya! ahí queda eso. Luego hay de los que se quejan de apellido no teniendo bastante con el nombre. Empiezas a imaginarte hasta el escudo heráldico de la orden de los Gadiformes y a estas alturas ya lo que visualizas es una especie de pez mutante. 
Vive en aguas profundas, entre 445-582 m de profundidad - normal que no se deje ver, la familia de los Gadiformes ya se sabe...- Y se encuentra en Filipinas. 
.... ¿Y ya está?, ¿no me vas a decir más...?, ¿ni que se supone que come eso?(suponiendo que tenga boca),¿ni una foto? Bueno lo de la foto lo entiendo, es comprensible que no se deje ver, yo también soy de las de "Fotos NO"... pero es que ya le estaba cogiendo cierto cariño al pececillo (o lo que sea) y le quería poner la forma gadiforme.

PD: posteriormente me pudo la curiosidad y pude leer que la familia de los Macrouridae, sus miembros son conocidos como "granaderos" o "colas de rata".... lo que confirma mis sospechas de que éste se tuvo que escapar de la Isla del Dr. Moureau.


"Nemooo, busca a tu padreee"
PD 2: nuestro grumete Nicky nos acaba de proporcionar una imagen del primo del susodicho el Coelorinchus Innotabilis . Al final hemos acordado en consenso  ponerle un nombre 'tipical spanish' y por un solo voto a favor (servidora) a la única sugerencia (la de Nicky), pase a llamarse Pejerrata, haciendo honor al pejesapo.

Recuerdos movilizados

 Todavía conservo el primer móvil que tuve en mis manos. Fue allá por 1999, un año antes de acabar la carrera y recuerdo que era una de las pocas personas en clase que lo tenía. Parece un ladrillo azul grisáceo. Podría ser utilizado perfectamente como arma arrojadiza y el impacto sería serio, incluso dudo que se rompiera fácilmente estampándolo contra el suelo. Tiene teclas bien alineadas, cuadradas, robustas, a prueba de toda clase de miopía y dedos varios, y una antena fija apuntando al infinito y más allá. 
 La pantalla, por el contrario, es pequeña, rectangular, de un verde opaco, como el de las calculadoras, otra especie destinada a la extinción (aún conservo una, que hasta usa pila normal; pero es que yo soy yo, la que todo lo guarda). Tampoco hacía falta más, porque por entonces el móvil se usaba para lo que era, es decir: PARA HABLAR. 
 Un día descubrí por casualidad que hasta se podían mandar mensajes... creo que SMS se llamaban (porque esos también están en vías extintas, y si no ya me lo recordaréis). Me acuerdo que lo contaba eufórica, como si se tratara del gran descubrimiento desde el horno microondas: "¡Y se pueden mandar mensajes escritos!" y los compañeros que todavía no estaban 'movilizados', me miraban con cierta incredulidad. Es más, hasta recuerdo que por Internet ¡¡podían mandarse gratis!!... Era la época en que la gente empezaba a descubrir lo que era un e-mail y a familiarizarse con esa tecla que hasta por entonces nadie usaba, esa "a" tan mona; síii, esa al lado del 2 (ni se sabía que se llamaba arroba) y ya parecía el 'novamás' recibir mensajes con tal inmediatez. Por eso, lo de tener esa posibilidad en un aparato en el bolsillo, se fue popularizando. Lo que vino después no hace falta detallar. Hoy en día si no tienes móvil parece que no eres nadie, no existes: no has sido convenientemente registrado en la base de datos mundial... 
 A veces me preguntan que para qué tengo YO móvil (¡A mí, una veterana del dichoso aparato!) y es que he cogido el hábito de casi nunca hacerle caso. ¿Que para qué uso el móvil? simplemente respondo la verdad: para hacer fotos (en las que, evidentemente, no aparezco yo), subirlas al Facebook y usar el WhatsUp. Por las mañanas hace las veces de despertador y por las noches, si le pones los auriculares hasta puedes oír la radio. De todo... menos para hablar. 
 Hoy he vuelto a ver ese móvil-pedraco-azul grisáceo del que os hablaba  escondido en uno de mi cajones-desastre y cogiéndolo (aferrándolo), con las dos manos, recordé el uso que originalmente le daba: ¡Ay si ese móvil hablara  cuántos secretos veinteañeros desvelaría...! Que las ondas lo acompañen.

Pececillos a la mar

 En realidad había titulado la entrada "Estrenando Blog", pero me ha parecido algo tan evidente visto la soledad que hay alrededor...
Llamando a contenido, ¿dónde estás?. Casi hasta se puede escuchar el eco contestando:" ¡¡¡Tú sabrás!!! "
 Es que, si os soy sincera, siempre me ha dado pereza estrenar un utensilio de estos. Empezando por el título: o pones una frase de estas metafóricas trascendentes que resuman un poco el contenido de lo que va a ser el experimento, o te das cuenta que al final el contenido va ser tan disperso que sería una manera de malgastar el posible título de una futura novela de filosofía trascendental. Así que optas por lo simple: en mi caso lo resultante entre mar y pesadillas.
 Luego lo visualizas, y te percatas de lo desoladora que parece la plantilla sin ningún diseño, sin ninguna entrada, sin ningún archivo, sin ninguna estadística... vamos, lo que viene a ser sin nada. Así que en esos primeros pasos de configuración que te permiten ir añadiendo elementos varios, se me ocurre entretenerme un rato colocando los pececitos de colores que aparecen en la cabecera.
 Vuelves a la vista previa y te quedas un rato mirándolos, observando el resultado, en ese vacío azul de fondo, esperando que doña musa-inspiración  llegue en forma de ola arrasando. Y es entonces cuando me percato que si pinchas con el ratón en la pecerita virtual, aparecen puntitos rojos y los pececillos se abalanzan a coger cacho -resulta divertido y todo, aunque roban un poco la atención-.Y de pronto te ves ahí, como abstraída, clickando con el ratón a diestro y siniestro, observando cuál avanza más rápido y consigue el jugoso bocado. Hay que ver lo competitivos que son... Y luego te fijas que hay uno que nunca coge nada, y hasta te da lástima, y piensas: "Venga va..., este 'cachito de click', va por ti...", y se lo colocas justo al lado, y te sientes hasta orgullosa de lo que acabas de realizar: "¡A Dios pongo por testigo que nunca volverás a pasar hambre!". 
 Tan real como la vida misma.Y es que siempre lo tengo dicho, que los  mayores movimientos de este mundo (y los menores también), los han originado las ganas de comer...


PD: Me acabo de dar cuenta que los pececillos también siguen al cursor del ratón, aunque no les des nada...