Narciso

 Hace un par de días alguien me enseñaba orgulloso cómo había florecido un narciso en uno de los maceteros de su terraza. 
 Es algo que supongo que cuando ha costado sus esfuerzos y sudores salga adelante (es decir acuérdate de regarlo, y cruza los dedos a ver si sale algo)  es inevitable sacarle la foto, subirla a la red y mostrar al resto de humanidad su pequeño triunfo personal, como si de pronto uno descubriera ese 'poder de dar vida' a algo que ya de por sí tenía vida. 
 Es la satisfacción de ver cómo una semillita va germinando (y recuerdas aquel momento glorioso en el colegio cuando descubriste que las lentejas no sólo eran lentejas que si quieres las comes y si no las dejas). Y cuando por fin, haciendo honor a la primavera, tal cual período de gestación, un día ves asomar el capullo, y nunca pensaste que un capullo te diera tanta alegría ver asomar.
 Y poco a poco va saliendo la flor y se transforma en un narciso, y te lo enseñan orgullosos y casi que ni te sorprende escuchar: "¡Mira!, ¡Ha salido como en las fotos de los libros!" porque ya a estas alturas de la humanidad uno se puede esperar que salga 'cualquier cosa'. Y te asombras todavía algo más cuando tú respondes: "¡Anda! ¡Pues es verdad!" como si te resultase también increíble tal hazaña. Y es que el narciso no son sólo pétalos y ya está, tiene su forma particular, tan geométricamente perfecta que aún dudas de si incluso ha sido comprado en una floristería y te está tomando el pelo (porque de todos es sabido que en las floristerías siempre todo es perfecto). Pero le concedes el margen de la duda, pero con ganas de preguntar: "¿Y huele?" porque piensas que algún fallo tiene que haber, porque sigue sin parecerte "autentica", como cuando uno entra en un comercio de chinos, ya me entendéis, que hay muchas cosas 'que parecen' pero 'no lo son'; en otras palabras, que de originales poco o nada.
 Y vuelves a mirar la estrellada flor y te entra hasta lo primaveral por las venas e incluso quieres aportar tu lado 'pedante' y preguntas al orgulloso dueño de la planta delante: 
- ¿Tú sabes quién era Narciso?
Y se sucede un momento de pausa pensante, en silencio, con esa duda que por lo visto tiene siempre la gente conmigo cuando les pregunto algo, intentando adivinar por dónde voy a saltar esta vez y finalmente me responde.
- El primo presumido del Pato Donald
Y entonces ya comienzas a entender esa sensación que tenías de "Flor made in China"...
Y bien empiezas a pensar que o bien se sabe poco de mitología griega, o una vez más te están tomando el pelo o.... ¿¿en serio sólo se me relaciona con patos??
  

04:18

 Abres los ojos, y ves en la mesita la BlackBerry con un gran reloj digital en la pantalla iluminado, recordándote que, una vez más, te has despertado a las 4 de la mañana. En esta ocasión para ser más exactos, las 04:18. 
 No puede ser -piensas- Si he tenido un sueño de lo más largo.
 Es lo que tienen los sueños, que no entienden de horas, ni están sujetos al concepto de tiempo y vuelan libres mientras tú duermes. Y hacen de las suyas, unas veces para bien y otras no tanto.
 Una cosa es segura, os lo garantizo: si tienes sed nunca encontrarás agua. De pronto hay un montón de obstáculos para obtener el preciado tesoro. 
 Pero no importa y empiezas toda una aventura onírica en la que te da igual el riesgo, como si el objetivo se tratara de la mismísima fuente de la vida y eterna juventud. 
 Y de pronto hay escaleras imposibles, rampas de toda clase, gente que te impide avanzar, individuos de lo más raro hayas visto nunca. Te das cuenta que has perdido las llaves de casa, pero no importa, no retrocedes a buscarlas. Avanzas, y también te das cuenta que uno de esos individuos raros te ha robado el móvil y lo único que piensas es: joe, que costó más de 200 euros (ni siquiera te importa la agenda de contactos)
 Pero sigues teniendo sed y eso te lleva a seguir hasta que entonces lo ves: al final de la tortuosa ruta que has estado siguiendo está lo que ya temías en el fondo desde el principio: el insalvable precipicio, ese en el que sabes que si fallas el salto, ya ni siquiera vas a poder contar el sueño...
 Y abres los ojos y son las 04:18 de la madrugada, y te levantas a por un vaso de agua, o dos, o tres, o la jarra entera si hace falta.

¿Café? No, vermouth

 Nunca me como la aceituna que te ponen en el vermouth y no es porque no me gusten las aceitunas, sería algo irónico con la de olivos que hay en mi familia (y no estoy llamando cara-aceituna a ninguno, ya se me ha entendido), simplemente es una costumbre adquirida desde que tengo uso de conciencia, o mejor dicho, desde que ya se admite que en la hora del aperitivo en lugar de pedir el mosto (tampoco me comí nunca la guinda roja, pero esa si es verdad que no me gusta) pidas el vermouth.
 Es una de estas manías o peculiaridades que una va adquiriendo sin más, que tampoco tiene mayor explicación más que simplemente es un ritual que repites por eso de no perder la costumbre. 
 Nunca me como la aceituna del vermouth. Pero tampoco se queda en el vaso: siempre la ofrezco, y siempre hay alguien que enseguida la devora. Eso no falla.
 A veces es un engorro, porque yo no sé la mala idea de algunos camareros, de enterrarla entre los hielos y ni el palillo asoma. Y de pronto te ves haciendo malabarismos con la copa para evitar el 'momento-asquito' de tener que sumergir los dedos (hay quien no tiene reparo alguno, pero una para esas cosas si que es algo escrupulosa... podéis respirar aliviados)
 ¿Y yo por qué estoy hablando de la aceituna que te ponen en el Martini? (al final mencioné la marca). Pues no tengo ni idea, supongo que me estaba acordando de los que me tomé ayer. Simplemente es otra de esas cosas sin explicación aparente...

Perdida en mi habitación

 Y un día te da por hacer limpieza de los altillos del cuarto que ya no usas, ese de la infancia que se encargó tu madre de decorar, con cortinas de encaje y sobrecortinas recogidas en rosa, a juego con el color salmón de la pintura de la pared, armarios de media luna de espejo, lámpara de cristales, estantes con joyeros varios, algún que otro libro, figuritas, peluches, y dos camas ocupándolo todo; separadas simplemente por una mesita, con su lámpara de porcelana que simula dos palomas en una rama...¡Prohibido en las paredes pegar nada! y de pronto ves colgadas muñecas de porcelana (más vale que yo nunca he sufrido de terror nocturno porque abrir los ojos de noche y ver allí a las muñecas "ahorcadas" mirándote fijamente con esos ojos de cristal estáticos, ríase la niña de Poltergeist de la tormenta y el árbol).
 Así que me comprenderéis que cuando ya cumplí unos trece o catorce años me plantase y dijera: "¡Tengo derecho a mi cuarto....y esta vez lo elijo yo!" (por entonces no había Ikea... bueno por aquí sigue sin haberlo). Y al final lo conseguí con la excusa de que allí no entraba el escritorio y yo quería estudiar en mi cuarto (jiji, los estudios siempre tocan la fibra en todo padre). Y lo puse todo en AZUL (qué manía le cogí al rosa) 
 Lo único que no pude decidir fueron las cortinas (que volvían a ser de encaje y gasa, aunque en azul y al menos no llegan hasta el suelo) y la lámpara... 
 La lámpara. La lámpara es que es un poco difícil de explicar, pero haciendo un esfuerzo de imaginación, imaginaros una de araña de 5 brazos que suben hacia arriba, en azul, eso sí, como si fueran ramas; de hecho salen de un tronco al que le rodean flores doradas en bronce, y cada rama acaba en mini-candelabros separados por más flores entre unos y otros (más ramas), y con bombillas en forma de llama (originalmente sí, ahora tiene puestas las de bajo consumo)
 Eso sí, aprovechado el espacio, está al máximo: todo estantes llenos de libros y un escritorio con cajones por todas partes y apartados varios (al que puedes sacar la mesa por debajo si lo quieres más grande porque lo has ido llenando de tonterías, pero eso ahora ya no es posible porque está otra mesa con la tele al lado)
 La temática: marina, cómo no. Lo mejor el colgador al lado del armario, donde dejas el abrigo y el bolso cuando llegas a casa: son dos ositos vestidos de marinero (a lo pato Donald) sujetando los colgadores, en un 'entorno' de corcho marrón que simula la arena de playa, lleno de conchas y estrellitas de mar... No pongáis esa cara: si mi madre puede poner la lámpara, yo puedo poner el colgador de ositos, y ya está (no, en serio, queda muy cuco).
 Y todo esto ¿a qué venía? ah sí, estaba ordenando los altillos del cuarto rosa... (si porque del azul, mejor no hablar, agobia sólo pensarlo, con deciros que hasta me dicen que tengo el síndrome ese de guardarlo todo y no tirar nada en potencia) pues eso mismo: "estaba"; ya os contaré lo que he encontrado dentro.

System Error

 Y llega ese día. En el fondo lo esperabas, porque siempre estás a la espera, con la intriga de que suceda. Y es más, sabes que sucederá en el momento más inoportuno, con la situación más delicada, cuando más falta te haga... 
 Y de pronto, pasa: le das a un botón esperas y sucede: pantallazo azul con el demoledor 'System Error in hardware or software'. 
 Esa frase tiene delito. A ver, el bicho artificial éste sabe perfectamente dónde está el error o si no, no te lo daría. Aclárate, ¿es un error de software o es de hardware?, o lo que es más importante ¿qué necesidad tienes de andar mareando más la perdiz si con el fastidio que supone no acceder a donde se debería ya me estás fastidiando un poquito bastante?. Porque no es lo mismo que sea un error de un programa, o un virus o simulacro parecido que le haya apetecido fastidiarte un rato, a que te diga que es de hardware y se haya quemado algún fusible por ahí dentro o el chip de turno se haya vuelto majara y el técnico te cobre lo que te cuesta comprar otro chisme.
Mi miniportatil... y la garantía.
 Para quien todavía no se haya dado cuenta, estoy hablando de mi miniportátil, que yo no sé si será el nombre que se les da oficial u oficiosamente, pero yo lo llamo así: mi miniportátil. Ese que todavía es más pequeño que el portátil que era más manejable que la torre, y tiene su sistema operativo windows, su miniratón, su wifi y la posibilidad de llevarlo donde te venga en gana. 
 Y es que con la moda esta de llevar los bolsos que parece que vas a la playa, no es que saques del bolso el típico pintalabios, el paquete de kleenex, las llaves, la cartera, los chicles, la agenda, el boli, las aspirinas, (un tampax), la puñetera BB, las juanolas... y ya lo que faltaba: hasta sacas el miniportátil
 Y el pobre está ya saturao porque le has dado un ajetreo durante este año pasado... Aparte de venga instalar cosas, llenarle el escritorio, un jaleo de carpetas de esto de: aquí no hay quien encuentre nada (fotos1, fotos2, fotos-no) y llegan las 12 de la noche y una ya debería estar en la cama, pero NO: le da por reiniciarlo porque esto se bloquea un tanto. Y ese día, viendo la primavera ya cercana, parece que ha decidido que ya no puede más (como Camilo Sesto) y se niega a volver a mostrarte tu pequeño cajón desastre. Pero ¡cómo lo vas a llevar al técnico con la de cosas que tienes ahí dentro...! (que me río yo de la confidencialidad del asunto, que una sabe muchas cosas)
 Así que tras varios intentos de reanimación varios y una con un paquete de tabaco menos decides que si la vida así lo ha querido por algo será: Alt+F10 o lo que es lo mismo, volver a su estado original (todo portátil guada dentro una copia imagen de fábrica, para los que no lo sepan, que no os engañe el técnico porque al final es tan sencillo como darle a esas dos teclas)
 Así que tengo el escritorio vacío de nuevo... y las fotos y demás documentos, seguirán siendo un misterio para el resto. Lo que me extraña es que no haya sucedido en miércoles...

Langostas!!!

 Langostas. No me estoy refiriendo al bicho (por qué se llamarán igual una cosa tan fea con alas... y una cosa tan fea con pinzas), me estoy refiriendo al marisco, al que se come: al horno o a la plancha; a la vinagreta o al caviar, al whisky o al mojo de ajo; incluso las hay al chocolate... o sencillamente a la thermidor (que no thermomix, que hay que ser un poco cutre para usar una thermomix para preparar una langosta, la verdad sea dicha).
Sencillamente... es muy simple, la langosta a la thermidor. Sólo requiere de: una langosta (mejor dos) y...
  • 1 cucharadita de estagon en vinagre
  • 1 cebollita cambray
  • 10 gramos de pimienta
  • 2 decilitros de vino blanco seco
  • 3 decilitros de leche
  • 1 decilitro de crema
  • 1 cucharada de mostaza
  • 75 gramos de gruyere rallado
  • 2 cucharadas de harina
  • 75 gramos de mantequilla
  • 1 cebolla
  • 1 zanahoria
  • 1 ramillete de hierbas aromáticas ( tomillo,laurel u perejil)
  • 2 decilitros de vinagre
  • 1 decilitro de coñac
  • Sal gruesa
  • Sal y pimienta
Y ya cuando acabas de recopilarlo todo seguro que te das cuenta que las langostas ya se han escapado cocina adelante huyendo de la quema; e incluso han podido llegar a la costa.
 Y no, no es que vaya a comer precisamente hoy langosta, o que sea muy habitual en casa semejante exquisitez y te hayas cansado de hacerla como siempre (una leche, yo si como langosta al menos que me inviten fuera; aunque que sepáis que en el siglo XIX en Norteamérica era considerada comida de pobres);es que acabo de leer que tienen la sangre azul y ya me ha entrado la curiosidad de averiguar el dato... ¿En serio? no me lo creo... traedme una langosta, que vamos a comprobarlo, que no viene en la Wikipedia (y una botella de champán rosado ya de paso).

Mi Puñetera BB ...

Mi 'puñetera' BB
 Os presento a mi BB. La he tenido que intentar humanizar (ridiculizar más bien) un poco para intentar que me resulte algo simpática.
 De todos es sabido el especial 'cariño y aprecio' que le tengo yo a estos aparatos de telefonía móvil (véase Recuerdos Movilizados).Fue una BB deseada de todas maneras (no apareció ni de susto, ni de penalti)
 Primera fase: Un día te encuentras con un móvil algo desfasado, que en realidad sólo usas para sacar fotos y como radio (de todos es sabido que para eso sirve un móvil porque para llamar uso los dos yogures con cuerda). Pero de pronto has pasado a ser "la amiga cara" de tus amistades, a la que hay que enviar SMS porque no tienes el famoso e internacional ya GUASAP (WhatsApp en entornos más cultos y refinados). Y te empiezan a insistir:
_ Que sí, tía... Que te tienes que poner el "Guasap", que eso es un vicio ya verás. Y además ...¡¡es gratis!!
 Esa es realmente la palabra mágica GRATIS. Y piensas que puestos a cambiar, como de todas formas me quería cambiar de compañía,y de titular.. (sí, porque mi BB tiene algo particular: es en mi caso un símbolo de ruptura del único vínculo que existe con cierta persona cuyo nombre, evidentemente, no voy a nombrar), ya no te vas a coger "cualquier cosa". 
 Como a mi eso de lo táctil no me va (hablo en móviles, joe) y las amigas ya tienen una BB, e incluso has trasteado ya cómo van, pues eso.
 Segunda fase: regatea con la compañía a ver qué promoción te ofrecen, modalidad de contrato, etc.,etc... Pero te encuentras que como tú no eres la titular de pronto ha ido "el otro" por su cuenta, y a pesar de que yo me vaya a encargar de lo que el futuro uso de esa BB depare, se ha encargado de elegirlo todo por su cuenta... o dicho vulgarmente: como le ha dado la puñetera gana. Vale, ya total con la rutina de las discusiones una más qué más da.
 Tercera fase: los trámites de portabilidad y cambio de titular. Vas y firmas y aportas los datos que tienes que aportar (la fotocopia de la cartilla te llega al alma). Abren la caja, te la enseñan, y después... ves desolada como la vuelven a cerrar, con los papeles que acabas de firmar, sujetos con una goma elástica a la misma, y la trasladan a un estante, porque hasta que no se tramiten los papeles no te la puedes llevar: como una adopción.
 Cuarta fase: la espera. Te dicen que ya te avisarán el momento en el que puedas pasarte a por ella. Y pasa una semana, y pasan dos... y ya empiezas a darle por saco "al otro" (una vez más), a ver qué ha firmado o ha dejado de firmar. Y es cuando te enteras que al que van a avisar es a él, a su teléfono particular y una se mosquea todavía si cabe más porque no logra entender que alguien que ya ha dejado de ser el titular de esa línea le puedan dar en la tienda la BB solicitada a nombre ya de otra persona, con las copias de contrato incluidas. Ya le vas cogiendo manía a la 'criatura' sin ni siquiera haberla tenido en tu poder. 
 Quinta fase: la entrega. Llega por fin el día en el que "el otro" te la trae (e incluso piensas que al menos no ha tenido la mala baba de quedársela con tal de hacerme la puñeta). Te la trae, no te explica nada, adios muy buenas. Miras la caja con recelo y la dejas encima de la mesa del salón: dos días estuvo allí hasta que ya al final le dedicas una tarde.
 Sexta Fase: configurarla. Errores raros, opciones que no encuentras, mensajes inteligibles por la falta de manejo del teclado...
Todavía nos falta una séptima fase: la primera factura. Tinonino, tinonino... desde luego por uso no es, pero vete tú a saber lo que tenga contratado. El 21 saldremos "de cuentas".


PD: ya que es víspera de San Valentín, un consejo: no se os ocurra regalar una BB.

Reyes y 'cacos'

 Queridos Reyes Magos, a pesar que desde hace años sigo la tradición de que los regalos se dejen en el balcón (veáse 'La llave de Navidad'), creo que a partir de ahora deberéis encontrar otra manera más sencilla de hacerlo.
 Esto era la tarde de un día de Reyes cualquiera... (bueno, el día de Reyes no es que sea cualquier día, pero también tiene esa magia que tras el intercambio de regalos, la comida, el roscón, la figurita y el haba, si se transforma en un día cualquiera).Tarde de peli, sofa y manta, que hace mucho frío fuera. Y entonces empiezas a escuchar jaleo en el descansillo de tu planta. Nimey (mi yorki) se pone alerta, sale disparada hacia la puerta de la calle y comienza a ladrar. Piensas que aquello durará lo que tarde en llegar el ascensor, pero a los 15 minutos (ya total el perro ha conseguido que no te enteres de nada de lo que estás viendo) te levantas y te da por mirar por la mirilla y me veo al vecino (que es un clon de Woody Allen pero 2 metros de alto) con los cuñados, los sobrinos y demás tribu familiar, intentando forzar su cerradura.
 Tampoco ha sido la primera vez, así que es lo que menos me extraña (cuando yo digo que mi edificio es 13 Rue del Percebé no es guasa, estoy curada de espanto). Y aquello que no se abre. Es entonces cuando una de las cuñadas aparece con una radiografía incluso,  intentando meterla por la puerta a ver abría el pestillo (a estas alturas ya descubres que aquello es más divertido que la película que estabas viendo, así que sigues en el papel de vecina cotilla).Sabiendo ya lo que se había gastado en la seguridad de esa puerta (tras la visita del último cerrajero) pensé: "si se abre tan fácil.... malo"

 Tras dos horas forcejeando, echando sapos y remiendos, porque de 5 personas que hay en esa casa las 5 se habían dejado las llaves dentro... me llaman, que quieren pasar por el balcón.Mi madre echándose las manos en la cabeza (no es que esté tan fácil el pasar, bueno, cabezones...) 
 Lo intenta el Woody Allen este de dos metros, resbala, y mete el pie en el cubo de la fregona que tiene mi madre fuera, lo vuelca, y cae todo a la mega terraza del primero (más vale no está en casa en ese momento porque es de armas tomar). Lo intenta el cuñado. El cuñado que ve la distancia, y mira para abajo dice "ni de coña!". Desisten.A los 10 min. vuelve a llamar: viene con un sobrino de unos 30 años (que al final resultó que tenía 17 pero era por no asustar más a mi madre... sí mi madre no es muy fisonomista que digamos), más ágil y sí, lo consigue. Pasa al balcón de al lado, pero está cerrado, como es de suponer. Ahora pásale un martillo... Finalmente (mientras mi vecino vocifera desde mi balcón que lo que había que hacer es romper el cristal, no tirar el edificio) lo rompe.


 A todo esto, un segurata desde la calle ha presenciado toda la escena y el hombre, con toda su buena fe, llama a la policía. Se presenta un furgón con 5 polis mirando hacia arriba, calculando cuál es el portal y piso.A los 10 minutos se presenta en casa la policía: explica todo, da los datos, dni, teléfono y demás para justificar la salida...Vecino yo te agradezco el detalle que querer sorprenderme con algo original el día de Reyes Magos, pero la próxima vez, un consejo: COGE LAS LLAVES.