System Error

 Y llega ese día. En el fondo lo esperabas, porque siempre estás a la espera, con la intriga de que suceda. Y es más, sabes que sucederá en el momento más inoportuno, con la situación más delicada, cuando más falta te haga... 
 Y de pronto, pasa: le das a un botón esperas y sucede: pantallazo azul con el demoledor 'System Error in hardware or software'. 
 Esa frase tiene delito. A ver, el bicho artificial éste sabe perfectamente dónde está el error o si no, no te lo daría. Aclárate, ¿es un error de software o es de hardware?, o lo que es más importante ¿qué necesidad tienes de andar mareando más la perdiz si con el fastidio que supone no acceder a donde se debería ya me estás fastidiando un poquito bastante?. Porque no es lo mismo que sea un error de un programa, o un virus o simulacro parecido que le haya apetecido fastidiarte un rato, a que te diga que es de hardware y se haya quemado algún fusible por ahí dentro o el chip de turno se haya vuelto majara y el técnico te cobre lo que te cuesta comprar otro chisme.
Mi miniportatil... y la garantía.
 Para quien todavía no se haya dado cuenta, estoy hablando de mi miniportátil, que yo no sé si será el nombre que se les da oficial u oficiosamente, pero yo lo llamo así: mi miniportátil. Ese que todavía es más pequeño que el portátil que era más manejable que la torre, y tiene su sistema operativo windows, su miniratón, su wifi y la posibilidad de llevarlo donde te venga en gana. 
 Y es que con la moda esta de llevar los bolsos que parece que vas a la playa, no es que saques del bolso el típico pintalabios, el paquete de kleenex, las llaves, la cartera, los chicles, la agenda, el boli, las aspirinas, (un tampax), la puñetera BB, las juanolas... y ya lo que faltaba: hasta sacas el miniportátil
 Y el pobre está ya saturao porque le has dado un ajetreo durante este año pasado... Aparte de venga instalar cosas, llenarle el escritorio, un jaleo de carpetas de esto de: aquí no hay quien encuentre nada (fotos1, fotos2, fotos-no) y llegan las 12 de la noche y una ya debería estar en la cama, pero NO: le da por reiniciarlo porque esto se bloquea un tanto. Y ese día, viendo la primavera ya cercana, parece que ha decidido que ya no puede más (como Camilo Sesto) y se niega a volver a mostrarte tu pequeño cajón desastre. Pero ¡cómo lo vas a llevar al técnico con la de cosas que tienes ahí dentro...! (que me río yo de la confidencialidad del asunto, que una sabe muchas cosas)
 Así que tras varios intentos de reanimación varios y una con un paquete de tabaco menos decides que si la vida así lo ha querido por algo será: Alt+F10 o lo que es lo mismo, volver a su estado original (todo portátil guada dentro una copia imagen de fábrica, para los que no lo sepan, que no os engañe el técnico porque al final es tan sencillo como darle a esas dos teclas)
 Así que tengo el escritorio vacío de nuevo... y las fotos y demás documentos, seguirán siendo un misterio para el resto. Lo que me extraña es que no haya sucedido en miércoles...

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