Reyes y 'cacos'

 Queridos Reyes Magos, a pesar que desde hace años sigo la tradición de que los regalos se dejen en el balcón (veáse 'La llave de Navidad'), creo que a partir de ahora deberéis encontrar otra manera más sencilla de hacerlo.
 Esto era la tarde de un día de Reyes cualquiera... (bueno, el día de Reyes no es que sea cualquier día, pero también tiene esa magia que tras el intercambio de regalos, la comida, el roscón, la figurita y el haba, si se transforma en un día cualquiera).Tarde de peli, sofa y manta, que hace mucho frío fuera. Y entonces empiezas a escuchar jaleo en el descansillo de tu planta. Nimey (mi yorki) se pone alerta, sale disparada hacia la puerta de la calle y comienza a ladrar. Piensas que aquello durará lo que tarde en llegar el ascensor, pero a los 15 minutos (ya total el perro ha conseguido que no te enteres de nada de lo que estás viendo) te levantas y te da por mirar por la mirilla y me veo al vecino (que es un clon de Woody Allen pero 2 metros de alto) con los cuñados, los sobrinos y demás tribu familiar, intentando forzar su cerradura.
 Tampoco ha sido la primera vez, así que es lo que menos me extraña (cuando yo digo que mi edificio es 13 Rue del Percebé no es guasa, estoy curada de espanto). Y aquello que no se abre. Es entonces cuando una de las cuñadas aparece con una radiografía incluso,  intentando meterla por la puerta a ver abría el pestillo (a estas alturas ya descubres que aquello es más divertido que la película que estabas viendo, así que sigues en el papel de vecina cotilla).Sabiendo ya lo que se había gastado en la seguridad de esa puerta (tras la visita del último cerrajero) pensé: "si se abre tan fácil.... malo"

 Tras dos horas forcejeando, echando sapos y remiendos, porque de 5 personas que hay en esa casa las 5 se habían dejado las llaves dentro... me llaman, que quieren pasar por el balcón.Mi madre echándose las manos en la cabeza (no es que esté tan fácil el pasar, bueno, cabezones...) 
 Lo intenta el Woody Allen este de dos metros, resbala, y mete el pie en el cubo de la fregona que tiene mi madre fuera, lo vuelca, y cae todo a la mega terraza del primero (más vale no está en casa en ese momento porque es de armas tomar). Lo intenta el cuñado. El cuñado que ve la distancia, y mira para abajo dice "ni de coña!". Desisten.A los 10 min. vuelve a llamar: viene con un sobrino de unos 30 años (que al final resultó que tenía 17 pero era por no asustar más a mi madre... sí mi madre no es muy fisonomista que digamos), más ágil y sí, lo consigue. Pasa al balcón de al lado, pero está cerrado, como es de suponer. Ahora pásale un martillo... Finalmente (mientras mi vecino vocifera desde mi balcón que lo que había que hacer es romper el cristal, no tirar el edificio) lo rompe.


 A todo esto, un segurata desde la calle ha presenciado toda la escena y el hombre, con toda su buena fe, llama a la policía. Se presenta un furgón con 5 polis mirando hacia arriba, calculando cuál es el portal y piso.A los 10 minutos se presenta en casa la policía: explica todo, da los datos, dni, teléfono y demás para justificar la salida...Vecino yo te agradezco el detalle que querer sorprenderme con algo original el día de Reyes Magos, pero la próxima vez, un consejo: COGE LAS LLAVES.