Raro, raro, raro...

 Hay una pregunta de estas de entre 'amigos desde y para siempre' que yo suelo temer, porque parece que fuera tipo test para evaluar tu grado de amistad y es la de : ¿No me ves nada raro?.
 Vale, para empezar, el sujeto en estudio de observación, ya ha tenido que preguntarla, cuando es evidente que lo que pretendía es que una se diera cuenta y esperaba  alguna reacción-comentario al respecto (ya son puntos en contra). 
 Pero bueno, contienes las ganas de decir: No, si yo raro te veo siempre -ya sabéis eso de donde hay confianza da asco- y te lo callas. Te quedas observándolo de arriba abajo (justo lo que a mí nunca me gusta que hagan, pero a ver, si te lo mandan...) y te recuerda el ejercicio un poco al pasatiempo este de 'encuentra las diferencias', salvo que en este caso tienes que recurrir a la neurona que guarda la imagen mental del susodicho. 
 A ver... el pelo más corto no se puede tener: descartada la peluquería; sigue sin afeitar, descartado también; tatuajes, el mismo de siempre en el brazo... Y piensas: "Tiene que ser la ropa...", y mientras el susodicho ya impaciente sigue preguntando: En serio ¿no ves nada raro? ¡si es evidente!
 Y entonces se te enciende la neurona, y saltas sin pensar lo que estás diciendo, (como Arquímedes cuando saltó de la bañera gritando eso de eureka por las calles): "¡Que no te has manchado la camiseta!"
Mi momento de gloria. Consternación al respecto. 
Si es que es lo que yo digo siempre: cuando uno pregunta algo corre el riesgo de ser contestado.
PD: Lo 'raro' era un reloj rosa chillón-cebollón de correa siliconada en la muñeca izquierda .... pero es que, sinceramente, a mí ni me pareció raro.

3 comentarios:

Nicky dijo...

Bieeeeennnn!!!! Cada vez me gustan más... tienes editor?.... jejeje

Ana María Muñoz dijo...

Ja,ja,ja.Entiendo al pobre sujeto del estudio porque soy de esas personas despistadas que no me fijo en los cambios (salvo que tengan que ver conmigo).No me gradué en "maruja cotilla"por ese motivo.Pero lo tuyo, no tiene perdón porque...no fijarse en un reloj tan chulo y...discreto.(Me tienes que explicar lo de "cebollón".):-)

Mar Morales Cubillo dijo...

Reloj Cebollón: dícese de aquel que una vez puesto en la muñeca la esffera es tan grande y redonda que ya te olvidas de que dicho elemento lleva correa, y parece tal cual cebolla grande y oronda, y hasta hace llorar a los ojos al verlo. Pero en algunos sujetos que te tienen acostumbrada a ver cosas más extrañas, eso no te parece ni raro