Miércoles de miércoles

 Odio los miércoles. Bueno, vale, quizá la palabra 'odiar' suene demasiado fuerte, pero sí es verdad que les tengo manía desde siempre. No lo suelen entender, hay quién se me queda mirando con cara de interrogante y me pregunta por qué. Supongo que no es lo habitual. La gente suele odiar los lunes, los domingos a última hora... pero respeta a los miércoles. Yo suelo responder que es porque... es el día más largo de la semana. "¡Como todos!" -me dicen. No, como todos no: tú cuenta las letras y verás cómo es verdad que es el día más largo de la semana y además es esdrújula como mi Brújula.....(¿Os acordáis de 'Mi Brújula'?). Aunque lo de esdrújula me da igual, porque también lo es el sábado y contra el sábado no tengo nada (cambiando de tema, el corrector éste ortográfico que te señala en rojo las faltas, no reconoce la palabra 'esdrújula' y sin embargo sí reconoce 'esdrujuliza' y 'esdrujulizo', vaya cosas más raras... Contra el miércoles se ve que tampoco tiene nada).
 De todas formas, a ver, poneros a pensar: los lunes comienzas la semana. De acuerdo que es un fastidio el tener que madrugar pero en realidad con esa misma excusa de que es lunes, no rindes lo normal, y pasa que no pasa nada, porque es lunes y de todos es sabido que el 93% de los ciudadanos coincide en afirmar que odia los lunes, como Garfield (he puesto el 93 y no 95 porque a mi me hace 'más ilu' estar en el 7 por ciento restante que en el 5).
 Los martes ya no tienes excusa pero la gente se consuela pensando: al menos no es lunes. Ya no cuesta tanto levantarse porque el esfuerzo era el lunes. 
 Los jueves es cuando ya empiezas a ver más próximo el fin de semana, y además, desde que has pasado tu etapa universitaria incluso puedes permitirte el 'lujo' de salir por la noche sin que la gente 'te mire raro' (de todos es sabido que, como hay estudiantes de fuera que el viernes vuelven a sus lugares de origen varios, aprovechan el jueves para salir por su ciudad universitaria correspondiente, y ya se ha quedao en costumbre, y aunque no seas universitario no pasa nada). 
 Los viernes ya vas con más alegría por la calle, y ese día hasta el desayuno te sabe mejor y en realidad sólo estás pensando en acabar la semana laboral. 
 De los sábados y los domingos creo que no hace falta decir nada ¿verdad? (a no ser que te los fastidien con alguna guardia, lo sé). Lo molesto es que siempre se estropea el tiempo. Ya pregunté una vez por qué se producía tal fenómeno atmosférico 'tan cachondo' (después de haber tenido toda una semana un sol radiante, mirándolo por la ventana sin poder hacer planes de nada, y me dijeron que era porque hay menos contaminación atmosférica al haber menos circulación por la carretera y que por eso es más fácil que llueva. Caprichosas que son las nubes). 
 Los domingos suelen servir para descansar del sábado, y depende de lo divertida que haya sido la noche anterior el resultado ya se sabe -noches alegres, mañanas tristes-, pero como no tienes que madrugar tampoco te importa tanto: día familiar en el que normalmente se come pollo o paella (tampoco me preguntéis por qué).
 Pero los miércoles.... ¿qué tienen los miércoles? están en medio de la semana, ya has pasado lunes y martes y todavía te quedan jueves y viernes por delante; no te puedes quejar del lunes y todavía te parece lejano el viernes. Además recuerdo desde la infancia, cuando ibas a expresar cierta palabra escatológica considerada insulto y pecado mortal decirla a tan tierna edad, aprovechabas el comienzo léxico de ese día de la semana para que no te mirasen mal: ¡Vaya mierrrr.......coles.!
 Y por si todavía no os parecen suficientes las razones, fue un miércoles por la tarde, ya hace 33 años, cuando le dí a mi madre el día con los dolores del parto (eso sí , antes me aseguré de que tuviera el antojo de churros con chocolate para endulzarle un poco más el acontecimiento... un antojo a la tarde, con el calorcito de agosto). No obstante, como ya a estas alturas os podéis imaginar, me esperé y me aseguré de que fuera la una de la madrugada cuando asomara la cabecilla al mundo, y que aparte de que fuera un 17 de agosto, fuera JUEVES.

3 comentarios:

Ana María Muñoz dijo...

Pues yo soy defensora a ultranza de los Miércoles. No sé si por haber nacido tal día. Según mi madre,tronaba y caían rayos y centellas y Miércoles no cae en fin de semana,(así que rompo el mito).Es como el hijo mediano el que no destaca ni por ser el mayor ni por ser el benjamín¡¡simplemente el del medio!!.Sin embargo en el deporte de competición,estar en el medio es ser el trinfador,el "number one".Mira el Miércoles...te mira con carita de pena :-(,te dice...¿Por qué me odias Mar? :-)
Ja,ja,ja. :-( :-( P.D.(me río pero con pena por el Miércoles ¿eh?)Ja,ja,ja :-( :-(

Mar Morales Cubillo dijo...

Miércoles también se llamaba la hija pequeña macabra de la familia Addams, ahora que recuerdo, si esa más blanca que la leche con una trenza a cada lado y mirada de "seguro que no estoy tramando nada bueno, te lo aseguro". Te lo estoy escribiendo un jueves, te lo advierto.... jajajajajajaja

David Cotos dijo...

Ni al cine se puede ir .... imaginate.