Quiero mi cerveza

 Hoy me apetece tomarme una cerveza. Me da igual si no resulta femenino, yo también sé disfrutar de una buena cerveza, fresquita, casi que la prefiero casi sin espuma, pero da igual (me acuerdo de pequeña que a mi padre si le hacía pedírsela con mucha espuma, porque yo me pedía la espuma, ya apuntaba 'maneras cerveceras'). Si es en una terracita mejor, aunque es lo de menos; en la cocina de mi casa la disfruto igual, con mi aperitivo al lado. 
 Y aunque parezca poco creíble por lo que acabo de narrar, os aseguro que he estado todo el verano sin probar una cerveza. El porqué me apetece más la cerveza en otoño es un misterio de mi naturaleza como humana. Ni idea. Pero basta que el día sea más fresquito para que más me apetezca. Alguna lógica tendrá. Suelo hacer caso a los antojos estos tan raros que te dan de pronto (y no, no estoy embarazada, quitaros esa pícara sonrisa de la cara) porque he aprendido que el cuerpo es bastante sabio a la hora de reclamar algo, lo mismo que cuando tiene sed te pide agua... bueno pues a mí hoy me está pidiendo cerveza (antes de ayer me pedía espinacas tampoco es que le dé por pedir bebida a todas horas, las cosas claras)
 Además una bebida que se tiene constancia que se encuentra en todas las civilizaciones antiguas no creo que sea mala. Los romanos la consideraban una bebida de bárbaros (es que a estos les gustaba más el vino, que también lo entiendo por otra parte). A mí también me viene a la mente la imagen de Obelix tomando su buena jarra de cerveza y me pega más que vérsela tomar a un romano; incluso te paras a pensar y opinas que eso de que se cayó a la marmita es un cuento chino, que en realidad eso es lo que comúnmente se le conoce como una tripa cervecera. Y es que siempre se ha relacionado las barrigas con la cerveza. Y yo particularmente, no sé por qué "extraño motivo", relaciono las tripas cerveceras, con las visitas al pueblo de mi madre.
 En cierta ocasión (porque a lo sumo sólo haces la visita una vez al año y por pura formalidad porque en realidad el cortijo está a las afueras del pueblo) apareces con un acompañante del género masculino cuya característica principal a simple vista es que luce una buena panza. Las abuelillas de pueblo ya os las podéis figurar, esas da igual el pueblo que sea, se comportan todas igual. Se quedan mirando de arriba a abajo, notas como están inspeccionando al sujeto, es carne nueva, a ese no le conocen (las compras y negociaciones en el mercadillo, carnicerías y pescaderías varias las hacen expertas en esta clase de exámenes visuales) y al final con una sonrisa del todo sarcástica en la cara saltan a modo de sentencia :
 _ Vaya, estás de buen ver... - y por un momento te entra un escalofrío repentino porque te parece que en realidad lo que está pensando es en los chorizos y morcillas que saldrían de tal ejemplar en la  siguiente matanza. 
 Los abuelos ya van más al grano. Ellos conocen bien esos locales llamados tascas y bares cuya excusa para beber ya sea un vino, cerveza o copa, es la de jugar a las cartas, y dicen directamente: 
 _ Hay que ver cómo nos gusta la  cerveza, ¿eh? - acompañado de una sonora carcajada y palmaditas en la espalda, y entonces sabes que están a punto de invitarle esa tarde a jugar a las cartas.
 Al final el 'Sancho Panza' de mi historia, tuvo que acudir al médico por motivos más que evidentes que ocasionan la obesidad. Pero el facultativo es más serio y diplomático y a la hora de realizar el informe médico lo que puso en las observaciones es que el paciente presentaba un abdomen globuloso prominente. Ahí es nada: tantas vueltas al vocabulario de la lengua castellana para decirle simple y llanamente que lo que pasaba es que estaba GORDO, cosa que por otra parte, tampoco hacía falta que alguien confirmara lo que ya de por sí puedes constatar con un espejo delante... 
 Pero no echemos la culpa a la cerveza. Soy de las que opinan que más bien es el pincho o la tapita que te tomas junto a la cerveza lo que engorda, y más teniendo en cuenta que una hora después te vas a 'trincar' tu buena comida o tu buena cena, porque la cerveza no quita el hambre, más bien te la da.
 Además que yo sepa a ninguna mujer se le ha visto la tripa cervecera... simplemente lo que preguntan es si estás embarazada. No es mi caso, ni lo de la tripa ni lo del embarazo, así que ¿sabéis que os digo? que me voy a por mi cerveza antes de que se me vayan las ganas.

4 comentarios:

Nicky dijo...

Espero que la disfrutes... y ahora que lo dices.... tengo que ir a comprar.... que no me quedan!!!! a ver si voy a adelgazar y la liamos parda!!!

Mar Morales Cubillo dijo...

Prueba a vivir sólo a base de cervezas y ya verás cómo adelgazas.... jajajaja

Promo94filouz dijo...

Sin duda es una de las mejores bebidas, yo tenía un profesor que tenía una afición increíble por esa bebida. Como ya sabréis en el inicio de los tiempos todo se descubría por casualidad y hete aquí que un día alguien descubrió cómo hacer pan, así que igual otro día a alguien se le pasó un poco aquello y se puso a beber, como siempre hemos tenido curiosidad y aquello estaba bien bueno, así que en el antiguo egipto mejoraron el invento y la empezaron a tomar. Un poco más tarde ya los pueblos bárbaros descubrieron que era mejor tomarla fría que tibia (para eso los ingleses siempre han sido muy especiales).
Como bien dices los romanos consideraban unos salvajes a quienes bebían ese dulce dorado, mientras en inglaterra y alemania descubrían nuevas maneras de hacer cerveza, así nacieron la cerveza negra, la enriquecida... todas bien buenas.
Hay quien ha hecho una oración a Santa cerveza patrón de los borrachos que dice así:
Santa Cerveza Que Estas En El Hielo,
Tan Refrescante Suena Tu Nombre,
Venga A Mi Vaso Tu Cuerpo,
Sientase Tu Ebriedad, Asi En La Mesa
Como En El Suelo,
Danos Hoy El Vaso De Cada Dia,
Perdona Al Ron, Como Asi Tambien
Nosotros Perdonamos A La Ginebra
No Nos Dejes Caer En La Cirrosis Y
Libranos De La Resaca.
¡ Salud !
y otra que dice
http://www.youtube.com/watch?v=L8pMRPWj49M

¡¡camarero!! una cerveza para Mar

Mar Morales Cubillo dijo...

Jajajajaja, me tengo que aprender yo esa oraciones para la próxima cena que tenga: buena manera de bendecir la mesa. Yo recuerdo que de Alemania como recuerdo me trajeron dos cosas: una bruja ya mencionada en otra entrada del blog (mi brújula)... y una jarra de cerveza de estas artesanas. Yo no sé si eran indirectas las dos cosas..... Pero camarero, ya está tardando en servirme la cerveza (y unas aeitunas por favor)