Más que palabras.

 Todo el mundo tiene miedo a algo (salvo 'Juan Sin-miedo' que se pega todo el cuento intentando asustarse con algo. Es el cuento anti-cuento donde el final feliz, es llegar a tener miedo). Y esto pasa como lo de los síndromes (véase la entrada titulada 'Eso que es lo que es'), que al final te encuentras con una lista de fobias para dar y desear e intuyes que en esta vida se puede tener miedo a cualquier cosa... cosa que tampoco es de extrañar. 
 Pero a ver, que alguien me explique alguna vez quién es el encargado de ponerles los nombres, porque el colmo de las fobias es encontrarte por ejemplo:
- Miedo a las palabras largas: hipopotomonstroesquipedaliofobia.
 Sí, yo me quedé igual. Es un sentido del humor un tanto peculiar (por no decir lo de la mala leche del que se le ocurrió la idea). De acuerdo que una forma de superar los miedos es afrontándolos, pero si, por ejemplo, sufres de aracnofobia, seguro que tampoco te sentaría muy bien que de pronto te plantasen delante la araña. 
 Es más, lees la palabra (que conste que me ha costado lo suyo ponerla, no he hecho copy-paste) y ya hasta te entra a ti la misma fobia. Te paras a pensar y crees que no existen tampoco en el mundo palabras tan largas como la de la propia fobia; y supones que quien la padezca será un trauma de infancia por culpa de Mary Poppins y su supercalifragilística gracia. Y entonces te encuentras con esto:

Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch
 Es el nombre de una aldea del Reino Unido con un alcalde también con un peculiar sentido del humor, al que no se le ocurrió otra cosa que "alargar" el nombre de la localidad debido a que ya había muchos Llanfair por la zona, y así sacarle rentabilidad turística al asunto. En realidad el nombre se lo puso el zapatero del pueblo (siempre se dice: "zapatero, a tus zapatos"; aquí ya lo de Zapatero tiene otras connotaciones pero en fin, cosas de la historia...).
 La traducción en galés viene a ser: "La Iglesia de Santa María en el hueco del avellano blanco, cerca de un torbellino rápido y la Iglesia de San Tisilo cerca de la gruta roja." (y porque sabes que no estás en territorio yanki, pero te parece que en cualquier momento te va a surgir una tribu de sioux o de apaches).
 Por cierto, a estas alturas del cuento, espero que ninguno de vosotros sea hipopotomonstroesquipedaliofóbico, porque entonces la hemos (he) líao parda...

4 comentarios:

Nicky dijo...

Yo me sé un trabalenguas que bien podría acabar con cualquier hipopotomonstroesquipedaliofóbico:
"El arzobispo de constantinopoliparangaricutirimícuaro se quiere desarzobispoconstantinopoliparangaricutirimicuarizar, el desarzobispoconstantinopoliparangaricutirimicuarizador que lo desarzobispoconstantinopoliparangaricutirimicuarice, buen desarzobispoconstantinopoliparangaricutirimicuarizador será!!
Ahí queda eso!!!

Nicky dijo...

y sin copy paste!!

Nicky dijo...

de todos modos, el que le puso nombre a la fobia tenía una mala ostia que no veas.... debió ponerle ese nombre para que ninguno fuera a contarle: "doctor, tengo...... hipo..... hipoooo..... nada doctor, eso, que tengo hipo!!!

Mar Morales Cubillo dijo...

(no te creo lo del sin copy-paste). Doctor, doctor que tengo hipo... "pues contenga la respiración todo lo que pueda"