Toma castaña

 Y no es por nada en particular, de hecho creo que esa expresión hace mucho que se dejó de usar. Es que hoy me han traído a casa como medio kilo de castañas recién cogidas, y claro.. ahí están en un bol, esperando. Y las miras y en realidad estás pensando: y yo qué hago ahora con esto...
 Porque sí, a las castañas aparte de relacionarlas con el otoño, tengo la imagen guardada de los años de colegio, en las horas de patio. Casi se te perdía la mitad del recreo intentando pelar la castaña. Y te llevaba las uñas en ello, pero daba igual: una castaña era casi un premio y no cualquiera traía castañas. Era algo evidente, lo más normal a la hora del recreo, en otoño, era la típica mandarina (que algunas también costaba pelarlas, pero no es lo mismo; no). 
 Después las veías tiradas en la calle (las castañas), de árboles varios, pero noooo, esas no eran comestibles (¿por qué no pondrán en la calle árboles con frutos comestibles?) esas eran castañas pilongas. Lo compruebas el día que te esmeras en pelar alguna, y cuando por fin lo consigues y le das el bocado... ya te das cuenta son un tanto pelín amargas, de éstas que ya te dejan arrugada la boca...y desistes.
 Pero lo típico en estas fechas de otoño son las castañas asadas; esos puestos en mitad de calle y ese aroma tan característico. Así sí; ya no hace falta en esmerarse pelarlas. Y suelen (solían) agradecerse, porque ese cucurucho papel en mano, calentito con las castañas recién salidas de las brasas, te calentaba las manos. En realidad pierde la gracia de lo que es pelar una castaña, pero ahí estaban tus castañas.
 Recuerdo que la primera vez que tuve una cita, quedamos en un puesto de los mencionados de castañas asadas... No, aunque lo parezca, no fue muy idílica la cosa porque tal puesto en tal plaza situada no estaba. Así que ya no sabías si se había equivocado de puesto o aquello tornaba en cosa rara. Y te encuentras al amigo de turno que acude rápido a avisarte que está en otro puesto de castañas, esperando... y te acuerdas; y te acuerdas de lo qué llovía ese día. Pero a pesar de todo, no compramos castañas.

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