Mi primer beso

 Hoy hace... (joe, de memoria estoy muy bien pero para hacer cuentas no tanto) ...17 años exactamente que me dieron mi primer beso. 
 Suelen decir que el primer beso nunca se olvida... y es verdad, he aquí la muestra, porque pasan los años y aún sigo rememorándolo... 
 Yo tenía 16 años, y fue a esa edad cuando comencé a salir los fines de semana con una cuadrilla de 'amigas' de noche por la ciudad. Eran "las guay" de clase, a mi me admitieron porque ese año me habían pedido ya salir 3 chicos (que a todos dije que no, lo siento...) y vieron que conmigo había 'un filón importante'... digo yo, porque yo no era tan pija como ellas, eso sucedió más tarde, como lo de fumar... Éramos las únicas que en las horas de recreo (porque eran compañeras de clase, estábamos en 3ºBUP) nos apartábamos del resto a fumar, mientras las demás seguían comprando chucherías en el kiosko de al lado (éramos "las guays", y ser "guay" es lo que tiene).
 Pues eso, lo dicho: cosas de la edad del pavo; época de la Super Pop, el Ragazza y el Vale (el Vale ya te introducía más en lo que se dice "temas sexuales"...¡es verdad!). Y es cuando al parecer te entra la tontería y las prisas por encontrar pareja, porque parece que si no tienes novio ya a esa edad (porque sí, a esa edad se piensa... se piensa raro, pero se piensa) nunca lo vas a encontrar (y es que ya te has leído tropecientos mil relatos en el Vale de mujeres que con 30 todavía no se atreven a dar el primer paso y se notan un tanto-cuanto desesperadas).
 Yo ya había rechazado a tres, no tenía mucho problema al respecto (ya a los 14 años se puede leer en mi diario que estaba "harta de pretendientes" porque no hacían mas que enviarme cartas), pero tenía una integrante de la "cuadrilla guay" que estaba loquita por el tipo más engreído de la ciudad, así que nos tenía toda la noche siguiéndole de bar en bar. Y el tipo lo sabía evidentemente porque aquello era descarado. 
 Por entonces en los bares sonaba la Pausini, que acababa de sacar su primer disco, y aquello ya se convertía en todo un drama: "Ya no responde ni al teléfonooo, pende de un hilo la esperanza mía. Yo no creí poder perder jamás así la cabeza, por él.....". Genial.
 El 'chico guay' de la que estaba mi compañera 'tremendamente enamorada', que ya no se imaginaba una vida sin él, estaba por entonces haciendo el servicio militar, así que os podéis imaginar con quienes salía él: con los compañeros de cuartel (entre nosotros, ahora que no nos lee nadie: menuda panda de elementos).
  Total que un día, el individuo sujeto motivo de atracción al que le seguía por lo visto media Pamplona, me acorrala en la puerta del local al que solíamos acudir ("La Kontxa" se llamaba por aquel entonces; no podía ser de otra manera, claro está). Y me salta:
- Mira Mar, si por mi fuera yo con quien saldría, sería contigo, porque tengo muchas ganas de hincarte el diente _ (si así era el individuo de claro, no se me olvidará nunca la cara que puse)_ Pero resulta que al que traes loco es a mi amigo Gabino -(ya el nombre promete, a que sí...)-. Así que si tú quieres que yo salga con tu amiga, tú tienes que salir con mi amigo.
 Conclusión: Chantaje emocional en toda regla. 
 La cuadrilla super-mega-guay, que enseguida se entera (porque éste ya se había encargado de hacer partícipe a ellas también el tema) no tardan en reaccionar:
_ Jo tía, tienes que salir con Gabino, porque si no, no eres una buena amiga. Si nos lo hubiera dicho a cualquiera de nosotras lo haríamos.
 Y mientras tanto 'la enamorada' del grupo sólo le faltó ponerse de rodillas (y una se siente medio-diosa de tener que decidir la situación). Total que al final me convencieron llegando a un acuerdo: 
- De acuerdo, yo salgo con él este finde, para que tú te des el gusto de salir con "tu principito" (el que tenía ganas de hincarme el diente, sí; pero a una le da pena la chica y esa parte no se la dice) pero a la siguiente CORTO.
 Gabino no era mal chico: era el gracioso del grupo, divertido, simpático... de San Sebastián, y se dedicaba a reparar barcos.Pero lo que se dice atracción por él, al menos por mi parte, no había. 
 Él estaba encantado cuando supo la noticia, tanto que me dio pena pensar lo que yo ya sabía de antemano. Así que aquella noche, cuando ya finalizó (y yo ya tenía hasta mi rosa y todo, porque sí, también había chinas por esa época...) y me dijo: "Ahora nos tendremos que besar, no?" (viva la espontaneidad del momento). Y no me quedó otra: a cerrar los ojos y que sea lo que dios quiera. Y así fue mi primer beso...
 Llegué a casa y se lo conté a mi madre: mamá, tengo novio y ya nos hemos besado... y me vio tal cara de consternación que su reacción fue abrir la nevera y darme una cerveza "para que se me quitara el mal sabor de boca".
Lo que ocurrió después, ya es otra historia..... pero no volví a salir con la super-mega-panda....

4 comentarios:

Nicky dijo...

Pues yo el primero no lo recuerdo pero fue siendo muy muy pequeño. Yo tenía novia desde los cinco años hasta que me fui al convento. Y me gustaba de verdad. Nos dimos algún beso pero ya con diez u once años pero no los recuerdo. Sí recuerdo sin embargo el primero que me dio una chica que conocí un verano (y a la que seguí viendo cada vez que ella iba por Ávila. Una chica pecosilla que me gustaba mucho también. Es el primer beso que recuerdo (aunque no fue el primero) y la chica que me lo dio, curiosamente, se llamaba Mar como tú.

Cristina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristina dijo...

Mi primer beso me lo dio un amigo, que aún conservo, veintidós años después (aunque en la actualidad apenas tengamos trato). Me llevó al cine (que también fue mi primer cine con un chico) y al dejarme en el portal de mi casa me dio ese primer beso que, efectivamente, Mar, no se olvida.

TILIN dijo...

Pues a mí el primer beso, me lo debieron dar muy mal pues no recuerdo nada, por más que me estrujo la memoria...Pienso que el dador no era muy fogoso, tampoco me acuerdo del segundo ni del tercero.... En fín, que me quedo con las ganas......:-(